El duelo liguero entre los dos equipos de la cantera del Preconte Telde se saldó con un empate a uno que sabe a poco. Ambos mostraron su juego y fueron merecedores de la victoria, sin embargo, los goles no llegaron. Aun así, el resultado deja a sus respectivos técnicos con parte de sus objetivos cumplidos: Las de Marcos Quesada siguen sin conocer la derrota, mientras que las de Cris Gimeno continúan sumando puntos.
Ante todo fue el derbi de la deportividad. Los dos conjuntos eran conscientes de que pertenecían a la misma familia y se emplearon en todo momento haciendo gala de un Fair Play exquisito.
Ambos técnicos utilizaron sistemas de juego opuestos. Mientras que las de Cris Gimeno trataban de llevar la iniciativa queriendo tener el esférico, las de Marcos Quesada se dejaron dominar buscando el contragolpe como argumento de cara al gol.
Muchos movimientos, seriedad defensiva en los dos lados de la cancha y detalles técnicos individuales que agradecía el público que se dio cita en el Paco Artiles. Sin embargo, las ocasiones para inaugurar el marcador fueron escasas en la primera mitad.
Tras el paso por los vestuarios, el guion fue el mismo. Sus respectivos entrenadores estaban seguros de sus sistemas y apostaron por ellos. No obstante, la intensidad a la que se jugaba comenzaba a hacer mella en la condición física. Eso propició que se encontraran mas huecos y que las ocasiones de inaugurar el marcador se incrementasen.
Con todo, hubo que esperar a que se pasara el ecuador de esta mitad para que se viera el primero de la noche. Inma luchó por un balón y se aprovechó de un error defensivo para materializarlo en el 32.
Lejos de venirse abajo, su rival, que ya había dispuestos de sus oportunidades, siguió intentándolo y lo consiguió a falta de seis minutos por medio de Andrea.
Las ganas de anotarse una victoria hicieron que los dos equipos sacaran fuerzas de donde no había para ofrecer un bonito espectáculo en el tramo final. Desafortunadamente, tanto esfuerzo no tuvo el premio del gol, dejando para la segunda vuelta la supremacía dentro de la casa.
El pitido final dejó patente el buen trabajo que se viene realizando con la cantera y que ya hace mucho que da sus frutos.
