El debut en la Copa FIFLP no ha podido tener mejor comienzo para el Preconte “B”. El actual campeón de liga, el Magec, cayó en su feudo ante el filial que preside Jose Manuel Gutiérrez Galindo, 1-2. Un partido en el que las niñas de Cris Gimeno supieron ponerse el mono de faena para sumar la primera victoria ante el todopoderoso conjunto capitalino.
Los precedentes no invitaban al optimismo. Solo un empate en los cuatro años de existencia del Magec y recibiendo alguna goleada. Además, en el calentamiento, el cuadro de Las Palmas presentaba una plantilla renovada que asustaba con incorporaciones como la de Arancha, ex del Preconte, entre otras.
Sin embargo, Cris Gimeno tenía claro que las estadísticas están para destrozarlas y que su meta no es ganar partidos sino formar jugadoras que sean la columna del primer equipo de la cadena en categoría nacional.
El comienzo del partido mostró una imagen distinta del Preconte Telde. No fue su mejor partido táctico, pero fue capaz de hacerse con la posesión del balón y realizar mucho juego de cuatro. Además, las teldenses supieron sufrir en defensa y realizar las ayudas necesarias para evitar las llegadas de su rival.
El gol de Claudia en esta mitad premiaba el juego del Preconte Telde.
Tras el paso por los vestuarios, el Magec Medarkoz salió con otra mentalidad y mostró el potencial que le ha llevado a ganar las cuatro últimas ligas. Se revelaron fuertes en defensa y llegaron con mucho mas peligro. Aun así, el gol con el que igualaban el partido llegó tras un error en defensa de las visitantes justo en el ecuador de esta mitad.
A pesar de no estar haciéndolo mal, el tanto recibido dio alas a las de Cris Gimeno y se fueron a por los tres puntos. Sacaron a relucir una veteranía inusual para su edad y realizaron un partido feo pero favorable a sus intereses. El golazo de Artiles las ponía en ventaja en el minuto 36 y las preparaba para un final de infarto.
El Magec lo intentó de todas formas, pero el filial teldense tenía su día. No solo las frenaba, sino que además llegaba a disponer de ocasiones para incrementar la renta.
La alegría de las niñas de Cris Gimeno tras el pitido final confirmaba la evolución de esta generación que apenas tiene una media de edad de veinte años. No se había obtenido ningún trofeo, pero se había ganado a un conjunto con el que siempre se había perdido. Además, sabiendo jugarles de tu a tu y mostrando todas ellas que saben sufrir para ganar partidos.
