El duelo entre los dos primeros clasificados del grupo II de la segunda división no defraudó. Preconte Telde y La Concordia protagonizaron un gran partido en el Centro Insular de Deportes como ya había vaticinado Muni. También acertó Roberto Llamas quien dijo que sería un partido muy físico. Se vieron nueve goles y buen juego. Grandes acciones individuales y colectivas. Con todo esto, y aunque parezca increíble, un nombre propio: Marta, la portera del Preconte Telde.
En el calentamiento, los aficionados miraban las evoluciones de un rival desconocido y que llegaba con un gran cartel. Otros pensaban si se notaria la ausencia de Cris, que si se notó. Muy pocos se dieron cuenta del pinchazo que sufrió Muni en el calentamiento y que le impidió jugar con plenitud. Y aun así marcó un hat trick. Nadie miraba para Marta: Es una profesional e iba a estar a la altura.
Y lo demostró desde el primer minuto. Colocando a sus compañeras y realizando su primera gran intervención en el minuto 3 al cortar un contragolpe con mucho peligro. Se llevó una tarjeta amarilla pero el marcador seguía sin goles. El tanto de Muni casi a continuación asentó en defensa a sus compañeras y las jugadoras de Roberto Llamas realizaron una primera mitad casi perfecta. Ella realizó dos buenas paradas con el marcador con 5-0 y dio el pase, con el pie y desde su área a la del rival, para que su equipo hiciera un set en blanco antes de llegar al descanso.
En el comienzo de la segunda mitad, estuvo en el partido desde el inicio. De no ser así el Preconte hubiera recibido tres goles en el primer minuto. No pudo hacer nada en el tanto de Paula, pero fue decisiva en lo que restaba de partido.
La Concordia tuvo fases muy buenas en las que robaba y se presentaba delante de Marta con facilidad, en algunos casos con superioridad. El desenlace fue el mismo siempre: parada de Marta. Algunas con contragolpe local incluido. En el ecuador de esta mitad, jugó con Ana en el penalti que la catalana lanzó, pero no lo atajó.
El derroche físico de los dos conjuntos permitía llegadas claras en las dos porterías y Marta seguía a lo suyo. Parando y desquiciando a su rival que ya no sabía cómo disparar. En el tramo final, y a pesar de que La Concordia lo intentaba, la grada ya coreaba su nombre sabiendo que los puntos se quedaban en Gran Canaria gracias a su labor.
