Sumar tres puntos ante un rival directo para mantenerse entre los cinco primeros es era uno de los objetivos frente al Castedefells. Dejar buenas sensaciones con el juego desplegado con el que afianzar la moral era otro de los planes trazados. Sin embargo, todo eso carece de valor. Lo realmente importante ocurrió a escasos cinco minutos del final: Yurena volvía a jugar casi un año y medio después de su lesión.
Atrás quedan muchos meses de trabajo diario en su recuperación de forma conjunta con los fisioterapeutas de la Federación y del Club. Horas de entrenamiento para recuperar la forma fisca combinados con su trabajo diario. La jugadora teldense, pilar básico de este conjunto, puso fin a su calvario.
Casi cinco minutos se hicieron poco. Yurena le falta algo para ser la que era, pero asombró a todos con el nivel exhibido después de tanto tiempo sin jugar un partido oficial. La propia jugadora lo comentaba ‘Me encontré mejor de lo que esperaba. Aun hay ciertos movimientos que me cuestan y me falta ritmo. Pero las sensaciones son buenas’ y añadía ‘Quiero ir poco a poco. Estaré a disposición de Saulo para lo que me necesite pero el equipo esta conjuntado y trabajando bien. Mi meta es alcanzar mi mejor nivel para la próxima campaña. Las niñas este año lo están bordando’ sobre las sensaciones vividas en su re-debut comentaba ‘No estaba nerviosa. Llevo jugando muchos años y entrenando fuerte desde hace unos meses y lo consideré un partido más. Sin embargo, de ese día me quedo con las caras de felicidad de mis compañeras en el vestuario cuando me estaba cambiando. Me hicieron sentir maravillosamente en mi vuelta. Gracias niñas’
Nunca, en la historia del Fútbol Sala en las islas, un regreso a las canchas fue tan aplaudido, con confeti incluido. Ahora toca disfrutar nuevamente con su juego, sus regates, sus goles… Con Yurena.
